9/1/11

Cosa de jóvenes dioses

Para jugar con la casualidad y el destino, tipear No Land's Man en internet me llevó a descubrir que existe una canción que lleva precisamente ese nombre. Esto no sería tan curioso, si no fuera porque es de la banda The Young Gods. Más allá del ostensible juego que se esconde en la construcción del título transformando la tradicional expresión en inglés, lo interesante es que se trate precisamente de dicho grupo que haya apelado a lo mismo, ya que la conocí en mis tiempos de transitar por los pasillos del Goethe Institut en una de mis primeras lecciones. Recuerdo los textos, recuerdo el ejercicio de audio que con sólo la introducción a uno de sus temas despertó mi atención, recuerdo los comentarios de presentación que los comparaba con una mezcla de Kurt Weill y Pink Floyd y mi cara interrogativa ante semejante unión y de "eso lo tengo que escuchar", y recuerdo mi corrida a la biblioteca del instituto para ver si tenían algún CD de ellos, descontando que si aparecían en una lección de un libro de idioma, tenían que ser más que conocidos y que yo siempre en otra cosa nunca había prestado atención. Pero no, ningún CD, ninguna figuración en el archivo, nadie sabía nada de ellos, ni en la biblioteca ni en el instituto, ni aparentemente en todo el país. Tardé mucho tiempo en dar con su música, no sé si era una época previa a Youtube o MySpace o no había aún nada de ellos tampoco allí. Y dejaron de ser desconocidos para convertirse en parte de lo que me unía al idioma alemán, que me llevó a ellos y ellos me devolvieron de algún modo también al alemán, como parte de la música que siempre me ha mantenido unido a dicha lengua, que por algo se dice que aprender un idioma es también conocer, aprender de, y aprehender la cultura del pueblo que lo habla. Pero también en algo que hoy puedo ver derivó por ambos lados en la denominación que da título a este blog y a una de las canciones de su álbum más reciente, Everybody Knows (noviembre 2010). The Young Gods es una suerte de banda de culto en Europa, y son suizos, algo que no salta a la vista cuando se da con el nombre, y luego cuando se escucha su música, que sí incluye temas cantados en alemán, pero también en inglés y en francés. En el centro de Europa, en un país donde se habla más de un idioma, entre dos gigantes como Alemania y Francia, no es extraño. Parte de su identidad navega de forma políglota. Hoy mi universo es así, y mi ninguna parte desde la que escribo está cerca de la frontera con Suiza.
Quizá por alguna razón desconocida nos hemos puesto de acuerdo, en todo caso, el blog parece que de algún modo misterioso ahora tiene su tema. El CD Everybody Knows puede escucharse online. Aquí el tema en cuestión:

Patria de Sabina / Sabinas Heimat

Abro al azar una página de La insportable levedad del ser / Die unerträgliche Leichtigkeit des Seins (Nesnesitelná Lehkost Bytí, en el original checo), de Milan Kundera. Doy con un fragmento. Me traslada a otros tiempos, pero en especial a las palabras de un profesor a quien recuerdo con especial afecto, que decía que para reconocer un buen libro alcanzaba con abrirlo en cualquiera de sus páginas, pues siempre íbamos a encontrar algo valioso en ella, y que cualquier libro que no nos dijera nada rápidamente, es decir, en el espacio físico de una carilla, carecía de valor. Sus opiniones siempre dichas a quemarropa eran de estas características, lo que lo convertía en una persona probablemente excéntrica, pero ha sido algo que siempre me ha atraído, lo que sucede cuando un grupo de palabras emitidas por un ser apasionado -en este caso por las artes y las humanidades- se combinan juguetonamente y sin malas intenciones para ponernos en una situación de todo o nada, contra las cuerdas, cuando una respuesta para quedar bien no funcionaría o nos pondría en ridículo y donde el desafío es intelectual. El fragmento va para él. Hoy en español y en alemán, porque tengo ganas, o como dijera cierto filósofo, porque tarde o temprano todo se resuelve con un porque sí.

Tercera parte, Palabras incomprendidas, 5, Pequeño diccionario de palabras incomprendidas (continuación), PATRIA DE SABINA:

"Cuando la sociedad es rica, la gente no tiene que trabajar con las manos y se dedica a la actividad intelectual. Hay cada vez más universidades y cada vez más estudiantes. Los estudiantes, para poder terminar sus carreras, tienen que inventar temas para sus tesinas. Hay una cantidad infinita de temas, porque sobre cualquier cosa se puede hacer un estudio. Los folios de papel escrito se amontonan en los archivos, que son más tristes que un cementerio, porque en ellos no entra nadie ni siquiera el día de los difuntos. La cultura sucumbe bajo el volumen de la producción, la avalancha de letras, la locura de la cantidad. Por ese motivo te digo que un libro prohibido en tu país significa infinitamente más que los millones de palabras que vomitan nuestras universidades."

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Dritter Teil, Unverstandene Wörter, 5. Kleines Verzeichnis unverstandener Wörter (Fortsetzung)
SABINAS HEIMAT:

"In einer reichen Gesellschaft müssen die Leute nicht mehr mit den Händen arbeiten und widmen sich geistigen Tätigkeiten. Es gibt immer mehr Universitäten und immer mehr Studenten. Damit diese Studenten ihr Studium abschließen können, müssen Themen für Diplomarbeiten gefunden werden. Es gibt unendlich viele Themen, weil man über alles und nichts auf der Welt Abhandlungen schreiben kann. Berge von beschriebenen Blättern sammeln sich in den Archiven, die trauriger sind als Friedhöfe, weil man sie nicht einmal an Allerseelen betritt. Die Kultur geht unter in der Menge, in Buchstabenlawinen, im Wahnwitz der Masse. Darum sage ich dir immer: ein einziges verbotenes Buch in deiner Heimat bedeutet unendlich viel mehr als die Milliarden von Wörtern, die an unseren Universitäten ausgespuckt werden."

(en español)
Milan Kundera, La insoportable levedad del ser, Tusquets, p. 109.
(auf Deutsch)
Milan Kunera, Die unerträgliche Leichtigkeit des Seins, Süddeutsche Zeitung Bibliothek, 2004, p. 96.