3/8/09

Incipit

Debe haber algo que llamemos principio, aunque no sea realmente tal, sino tan sólo una instancia más de un continuo devenir. Pero acá va, haciendo uso de una cierta autarquía, digamos que esto es un principio, haciendo caso omiso a la oscura voz que aún podemos oír susurrar que no, que no nos es posible bañarnos dos veces en el mismo río. "We have no more beginnings" es la máxima con que abre lapidariamente George Steiner uno de sus libros (Grammars of Creation).
Estas palabras "iniciales" son tan sólo una tímida forma de romper el hielo de eso que -quiero creer tal vez ilusoriamente- en definitiva no será más que la manifestación de un capricho personal como cualquier otro, pero que en este caso resulta de la transcripción de las palabras que en su mala traducción dictará mi verbo interior.
¿Por qué o de dónde proviene No Land's Man? Más allá del creo que bastante obvio juego de palabras y por citar mal a ese escritor tan contemporáneo que resulta Diderot, digamos que por casualidad, como se encuentran las personas, qué no sabemos bien de dónde son ni hacia dónde se dirigen ni qué ha sido aquello que de pronto los ha reunido. Se pueden tomar por ciertas algunas impresiones recogidas queriendo y sin querer a lo largo de los años que me ha tocado ser huésped en este lugar al que damos en llamar Tierra, que bien pensado también podría haber sido cualquier otro. Una vez que uno deja el lugar que lo vio dar sus primeros pasos, donde se graban las primeras impresiones, automáticamente pasa a habitar una zona intermedia, donde los términos "de acá" o "de allá" se vuelven relativos. Cuando los antepasados no provienen de ese mismo lugar del que uno viene, el sentido de pertenencia a un lugar se transforma en algo menos nítido. Y finalmente, si alguno de los seres más cercanos vive desde siempre allende las fronteras, la noción de dónde pueda estar el centro se vuelve inapelablemente cuestionada. Para volver a Steiner, los seres humanos tenemos piernas; a diferencia de los árboles, que tienen raíces; y por eso estamos diseñados para el movimiento. Es probable que sea desde este cúmulo no muy claro de ideas que surja un cuño que parece que en nuestra cultura tenemos que imprimirle a todo. Cómo se desenvolverá, no lo tengo del todo claro aún. Supongo que responderá a algunas motivaciones previas más a los caprichos del momento, como todo lo mío, ni más ni menos.
¿Y por qué "nolandsmann"? En apariencia no menos arbitrario, digamos que la llamada casualidad quiso que el final con una sola "n" ya estuviera registrado, y qué mejor entonces que darle el toque germano que mi situación actual supone, y que creo no dañará la identidad que de todos modos esta página nunca tendrá, ya que final y probablemente sea ese el alfa y omega directriz.
No ser de ningún lado. Y por ende, tal vez, serlo de todos. Ya veremos cómo continúa...

8 comentarios:

  1. Bienvenido bloggero!! Estupenda apertura!! Me gustó mucho y estoy ansiosa de poder leer más!!
    En avant la musique!!

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  2. Felicidades: el secreto: sencillez, constancia y ser siempre tú mismo en esta tierra de nadie.

    César

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  3. Aporto mi tierra, hagamos barro.
    Salú.
    Johannes

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  4. Muchas gracias por los comentarios iniciales.
    Querido Caronte, gracias por la tierra, tu generosidad me es asombrosa, considerando que tu medio es el agua. Aunque me conformaría con que, llegado el momento, si no contara con la moneda bajo la lengua, me permitieras pasar al otro lado del río evitándome los cien años de espera...

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  5. Me gusta, soy goloso, quiero más, querido amigo, querido filósofo...

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  6. Un placer leerte como siempre.

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  7. Muchas gracias queridos seres queridos de alguna parte... Tendrán más.

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