4/9/10

A propósito de Elias Canetti (1905-1994)

Man hat kein Maß mehr, für nichts, seit das Menschenleben nicht mehr das Maß ist.
Elias Canetti

(El hombre ya no tiene medida alguna, para nada, desde que la vida humana no es más la medida)

Nowhere is Canetti a sterner moralist than when he sees abuses of power.
Julian Preece

(Nunca es Canetti un moralista tan serio como cuando ve abusos de poder)

Al margen de sus memorias y ensayos, el escritor búlgaro de origen sefardita y expresión alemana escribió miles de aforismos, sentencias y textos fragmentarios... el género que le hizo más popular a partir de ser galardonado en 1981 con el Premio Nobel de Literatura.
Elias Canetti, judío sefardita nacido en Bulgaria en 1905 y fallecido en Suiza en 1994, es considerado un autor clave del siglo XX...
Canetti huyó de Europa en 1939 junto a su esposa Veza, pues corrían peligro de que los nazis los asesinaran por judíos. Se instalaron en Londres, donde residirían durante más de veinticinco años. En el exilio, Canetti se obsesionó con la elaboración de un extenso estudio sobre las masas y su relación con el poder; con esa obra singular, con la que pretendía pasar a la historia como pensador ecléctico, quería "agarrar el siglo XX por el cuello". El macroestudio, titulado Masa y poder, vería la luz en 1960, pero los trabajos intelectuales para la obra duraron diecinueve años. Canetti leía sin parar, filosofía, sociología, antropología, todo le interesaba y lo agotaba. Para hallar "alivio mental" a semejante tensión, comenzó a anotar casi a diario "apuntes" sueltos que apenas si tenían que ver con la obra que lo obsesionaba. Eran noticias breves, rápidas e imprevistas consignadas en pocas palabras, que a menudo adoptaban la forma de sentencias y aforismos, de diversa temática e índole: el amor, la muerte, el género humano; observaciones sobre su entorno o sobre sí mismo, o también fantasías, esbozos literarios y hasta microrrelatos. Ramalazos de espontaneidad que en un principio compartía con Veza y que, al cabo del tiempo, continuó escribiendo para sí mismo, puesto que se convirtió en costumbre y en respiradero necesario. Poco tenían que ver los "apuntes" con sus "diarios" propiamente dichos, a los que también se consagraba -éstos verán la luz en el año 2024-; en los primeros no consignaba acontecimientos cotidianos, y huía siempre de la primera persona del singular.
Lichtenberg -uno de los maestros más queridos de Canetti por su arte para las anotaciones breves- aseguraba que si cualquier persona con cabeza consignara algunos de los efímeros pensamientos que se le ocurren a menudo, seguro que se sorprendería de su propio saber; así, Canetti, quien con esta técnica terminó por descubrirse a sí mismo y centrarse en medio de la realidad e irrealidad de cuanto lo rodeaba.

Andando el tiempo, algunos de estos apuntes vieron la luz, primero en una antología de textos del autor y, más tarde, a petición de un editor alemán, en una selección en forma de libro. Pero sólo a partir de la concesión del Nobel de Literatura en 1981, los Apuntes conquistaron a más lectores y fue a partir de esa fecha cuando aparecieron los libros que hoy admiramos. Con todo, lo publicado constituye apenas un diez por ciento del total de los "miles" de apuntes todavía inéditos. El biógrafo oficial del escritor, Sven Hanuschek, ha denominado a este cúmulo de anotaciones breves "el macizo central" de la obra de Canetti. En efecto, lo que comenzó como un ejercicio de oxigenación y descanso mental se transformó en un proceso ininterrumpido, en un "método" bastante anárquico pero muy eficaz de enfrentarse al mundo, a sus enigmas y sorpresas, en un modo de vivirlo, pensarlo e intentar comprenderlo. Para Canetti, como para Descartes, pensar era sinónimo de vivir. Y vida y pensamiento es lo que en suma contienen los apuntes, estos fragmentos de lucidez, cromáticos, desiguales, tan serios y solemnes o tan jocosos, y ya "tan de Canetti", maestro de la respiración breve y no de parrafadas de largo aliento; son, pues, ráfagas sapienciales de un pensador anárquico y libre, dotado del suficiente orgullo como para querer pensarlo "todo de nuevo" por sí mismo -y a partir de mil puntos diferentes-, "a fin de que todo se junte en una sola cabeza y vuelva a ser unidad". Nada extraño que en los Apuntes esté lo mejor de Canetti.

Fragmento del artículo cuyo autor es: L. Fernando Moreno Claros.
Fuente: El País de Madrid
http://www.elpais.com/articulo/ensayo/Elias/Canetti/pocas/palabras/elpepuculbab/20070303elpbabens_6/Tes Los epígrafes están tomados de: A Companion to the Works of Elias Canetti, edited by Dagmar C. G. Lorenz, 2004.
De las traducciones: No Land's Man.

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