4/12/10

¿Yo? Por el asco... (2) - La res, murió temblando de dolor y de miedo...

He aquí un fragmento del poema milonga de Alfredo Zitarrosa, cuyo contenido me resulta impactante, y que ve multiplicado su efecto cuando se lo escucha magistralmente interpretado por la voz de su autor, tan exquisita, profunda y grave, única.

He aquí un fragmento que mueve y que está como nunca lo he visto del lado del animal, que lo muestra como víctima en su estado más íntimo, que pone en evidencia la sinrazón de que el fin justifique los medios.

He aquí un fragmento que también es una forma de decir por qué hace ya tiempo que no como más carne, porque no quiero ser cómplice y tras una opípara comida esgrimir con orgullo que nada hay más sabroso que la carne, mientras durante horas los trozos de un ser torturado recorren con parsimonia mis entrañas.

He aquí un fragmento de "Guitarra Negra" que habla por sí solo, y por lo tanto no es necesario que yo continúe:

"… temblando,
con el frontal partido por el marrón,
por el marronero,
cae sobre sus costillas, pesada como un mundo,
la res
cae con estrépito,
de bruces sobre el cemento
balando al descuajarse su osamenta,
ya sólo un pobre costillar enorme,
ya sólo un pobre cuero y sangre,
media tonelada de huesos astillados,
hincados en toda esa vida
temblorosa y atónita
ahí se va alzando,
como un pesado pingajo,
atrapada por la pata por un gancho que le salta arriba,
que la alza por un ojal abierto en el garrón de un cuchillazo en plena estupidez sentimental,
en plena media tonelada de monstruoso dolor,
incomprensible,
absurdo,
balando, plañidera y tonta,
como un escarabajo que no piensa,
mientras medita lentamente por qué duele tanto
y por qué duele qué parte de quién
que es ella misma, la res, abierta al descuartizamiento atroz por todas partes,
que nunca habían dolido y que eran tantas partes,
tan extensas
y que pastando nunca habían dolido
haciendo leche, esperma, músculos, crin y cuero y cornamenta viva,
que eran la vida misma manando hacia sus adentros,
vibrando tiernamente como un sol cálido
hacia sus adentros
y nunca habían dolido
ya está colgada
las patas delanteras se enderezan,
se endurecen y avanzan hacia adelante y hacia arriba,
implorantes y fatalmente rígidas,
rematadas en cortas pezuñas que hace un instante amasaban el barro del corral, el estiércol de otros cien balidos,
dinosaurios del siglo de las máquinas,
nacidos para morir de un marronazo
ahora ya es carne azul colgada en la heladera
"Uruguay for export"
aquella res,
que murió de un marronazo,
cayó y tembló todo el frigorífico
aquella otra res
que recibió el marronazo en plena frente, de dos dedos de espesor,
mientras entraba al tubo desconfiando porque allí no había pasto,
alcanzó a comprender que había otra res delante,
balando,
que ya se la llevaba el gancho
Y cayó detrás, también,
y el cemento tembló bajo esos huesos
aquella otra res,
que esquivó el marronazo
y que cayó también,
con un ojo reventado y una guampa partida,
deshecha
también cayó
y tembló la tierra,
tembló el marrón,
tembló el marronero;
la res,
murió temblando de dolor y de miedo
de un marronazo en plena frente
"for export"
del Uruguay..."

http://www.youtube.com/watch?v=j7A6f8yoeHk
(El fragmento puede escucharse a partir del minuto 5' 05'')

No hay comentarios:

Publicar un comentario